Llegó el día, tras el parón de verano, toca ponerse el primer dorsal de la temporada.
Me hace especial ilusión porque es la primera vez que participamos los cuatro miembros de la familia, y primera carrera de liga interna que participo.
Tras la llegada, se puede ver un grupo naranja, son los nuestros, foto de rigor con la gran familia Vigía y a la carga.
Es la primera carrera que he salido con mente fría, ya conocía el circuito del año pasado y sé que se puede hacer pesado y monótono.
Es un circuito urbano con continuos desniveles en dos vueltas de cinco kilómetros.
Mis entrenos han sido mínimos estos últimos meses, así que como era de esperar no he tenido una gran marca, pero ha sido emocionante ir saludando a los miembros del club.
La mejor parte ha llegado con las carreras infantiles, viendo a mis hijos llegar a meta, no querían correr pero se han animado mutuamente y lo han conseguido.
Una gran carrera, para mi, necesaria para empezar la temporada, económica y montada de corazón.